martes, 25 de agosto de 2009

Las banderas en la palabra de Dios

Principio bíblico


Salmo 60:4 dice: "Has dado a los que te temen bandera que alcen por causa de la verdad".


Contexto bíblico
  • Elemento de victoria en medio de la batalla.- Is. 59:19
  • Símbolo del señorío del Señor.- Sal. 20:5
  • Tomar o poseer territorio.- Is. 11:12


Contenido



El verso citado dice que Dios nos ha dado una bandera que alzar por causa de la verdad, y solamente a los que le temen, aquellos que conocen al Señor. Dios dice en su palabra que lo debemos proclamar, Isaías 62:10-11 declara: "Pasad, pasad por las puertas; barred el camino; allanad la calzada, quitad las piedras, alzad pendón a los pueblos. He aquí que Jehová hizo oír hasta lo último de la tierra: Decid a la hija de Sion: He aquí viene tu salvación; he aquí su recompensa con él, y delante de él su obra."


En esta cita bíblica Dios habla "...alzad pendón a los pueblos..." -para hacer señal, reunir y dar aviso a los pueblos-, en los tiempos bíblicos no tenían las facilidades de comunicar un aviso importante a una ciudad, así que el pueblo prestaba mucha atención a ese tipo de señales porque anunciaban algún evento o noticia, de otra manera no recibía la gente importante que necesitaba saber, y su vida podía depender de ello. Un ejemplo de lo anterior se encuentra en Jeremías 4:21.


Lo anterior expresa algo muy importante: Necesitamos ser sensibles a la voz de Dios, y escuchar las instrucciones que Dios nos proporciona.

Al levantar un instrumento consagrado a Dios, como lo son las banderas de danza, suceden cosas en la esfera espiritual que nosostros no percibimos con nuestros ojos físicos. Es necesario precisar que no solo implica levantar las banderas, más bien, es la actitud que proviene del corazón del adorador; lo que debe anhelar en todo momento un adorador es agradar el corazón de Dios ¿Qué es un adorador? Un adorador es aquélla persona que ama a Dios y por tanto obedece su voz , un modelo de obediencia se encuentra en Génesis 22:5. Es dable mencionar que la adoración no es un ritmo de música, ni una simple acción, ésta debe ir acompañada de una actitud de rendición y ministración a Dios, es decir, una autentica rendición. Recordemos que Juan 4:23-24 declara: "Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren."

La interrogante gestada es ¿Cómo lograr ser obediente a Dios y convertirme en un verdadero adorador? La respuesta implica un cambio radical, que involucra lo siguiente:

  • Dejar de alimentarse espiritualmente con cosas desagradables a Dios, de lo contrario, te contaminaras y caerás espiritualmente.
  • En una vida consagrada a Dios es necesario orar, leer las Santas Escrituras, etc., en cambio sí no se hace esto tu espíritu se atrofiara.


Regrensando a lo anterior, Jeremías 51:12 y 51:27 contienen una serie de disposiciones relativas al izamiento de las banderas, reforzar la guardia, tocar trompeta, Dios esta listo para vencer al enemigo. Tenemos un izamiento de bandera y este acto indica tres cosas:
  • La bandera debería alzarse sobre los muros, es decir, en lugares altos y visibles, para que el enemigo vea el mensaje.
  • Además, es una esperanza para Israel de que Dios estaba obrando a su favor.
  • Por último, podemos apreciar la declaración de protección por parte de Dios.


Para finalizar, podemos referir que Dios nos ha dado una bandera para identificarnos como pueblo escogido, somos un pueblo con propósito y capitán. La identificación es la sangre de nuestro Señor Jesús, nuestra nueva vida es la bandera, es una declaración que ondea visiblemente para todos los que nos rodean. Y como hijos y adoradores de Dios debemos cuidar el estándar de nuestra vida, porque el mundo siempre esta mirando nuestros actos.

En el libro de Cantar de los Cantares el capítulo 2 verso 4, dice: "Me llevó a la casa del banquete, y su bandera sobre mí fue amor.", esto es lo que Dios, nuestro Creador y Salvador ha declarado sobre nosostros, su amor incondicional.



Conclusión


Cuando levantes tus banderas a Dios recuerda estas verdades, pero sobre todo recuerda que Dios pide una vida de santidad delante de El. Además, no olvides que la adoración es como el ciclo hidrológico, el agua se evapora para ascender al cielo, se condensa para formar las nubes y, posteriormente viene la precipitación; en otras palabras, la adoración sube hasta el trono de Dios y se derrama sobre nosostros como una lluvia de bendiciones.